Sobre la Pelusa y el Diario
Llámeme Pelusa o Elena, como usted quiera, del lado de acá seguirá estando la misma persona: cubana por nacimiento, ciudadana del mundo, co-creadora de mi universo y lectora por vocación. 36 años y contando. Casada con un hombre maravilloso. Madre postiza de una docena de gatos callejeros que alimento cada día, por aquello de que no estamos solos en esta Tierra.
El Diario de la Pelusa nació en México, año 2006, en la recepción de una
clínica de medicina holística, ante la mirada atónita de mi jefe. Llegó
con toda la intención de ser un Diario de Viaje, un espacio en el que
poder contarles todo lo nuevo y diferente que veía por el mundo a todos
aquellos amigos que no estaban a mi lado. Su camino sin embargo, como
todo, ha tenido varias desviaciones —algunas de ellas considerables en
cuanto a profundidad y duración— que lo han ido convirtiendo en un
depósito de pensamientos, opiniones, creaciones, asombros, sonrojos; es
decir, en una especie de Ágora Virtual en la que comparto con el mundo
lo que pasa por mi mente y por mis ojos. Es también, y sobre todo, un
espacio de encuentro con ustedes, lectores, sin quienes todo esto no
tendría mucho sentido.
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Todo tipo de opiniones, comentarios, saludos... ¡son bienvenidos!