Un ser humano.

El señor, ya entrado en años, movia su gruesa humanidad enfundada en su uniforme con una agilidad envidiable. Iba de un lado a otro del departamento y revisaba cada una de las lamparas; comprobaba el buen funcionamiento de la calefaccion; limpiaba los filtros; se cercioraba de que los apliques no estuvieran flojos; tomaba la lectura del contador de electricidad y me aconsejaba adonde debia dirigirme en cualquier caso de averia... Todo esto sin borrar la sonrisa de su rostro y contandome, al verme alimentar a los gatos, que el tambien les daba las sobras de sus comidas "porque, a fin de cuentas, ellos tambien son criaturitas de Dios". En menos de cinco minutos ya habia terminado todo su trabajo y estaba llamado en la puerta vecina.
¡Que satisfaccion ver como aun quedan personas sensibles, responsables y eficientes, que aman su trabajo!

Comentarios

  1. hola pelusa, me alegro que te hayas levantado tan bien y con tanta alegria, que lo veas todo tan maravilloso(como lo es en realidad), cuando uno tiene uno de esos dias es la bomba, que lo disfrutes, saludos.

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  2. Pasa que estamos inmersos en nuestro propio munod que poco nos fijamos en los demás.



    Besos Pelusa.

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