Exploremos las tentaciones de la comida.

Proyecto 365, día 217


Siempre me he preguntado por qué el hombre come en demasía hasta llevar la obesidad a extremos inauditos. El cuerpo se deforma y no solo es la belleza lo que se pierde, también la elasticidad, la libertad de movimientos y la salud en general. No es posible sentirse bien – pienso – con tantos kilos de más. En mi experiencia personal, si aumento solo un poco de peso (estoy hablando solo de 4 o 5 kilos) soy incapaz de dar una caminata sin que se acelere mi corazón y se agite la respiración. No puedo imaginar cómo se siente quien no puede apenas moverse por la gordura.
Bien sé que no toda obesidad viene de la comida. Hay ciertos trastornos endocrinos que llevan al aumento de peso, pero también es cierto que una buena cantidad de obesos se lo deben a los excesos en la comida. ¿Por qué las personas llegan a comer tanto? Supongo que por ansiedad, por nerviosismo, por dejar de fumar o porque les gusta demasiado la comida. Deben existir otros mil motivos que no puedo ni imaginarme.
La PNL (Programación Neuro-Lingüística) ha demostrado que, en muchos casos, quienes comen desmesuradamente lo hacen solo basándose en el sabor de los alimentos. Con ciertos métodos es posible hacer que estas personas cambien su punto de vista a la hora de comer, y en lugar de percibir el acto de la comida como un hecho meramente sensorial se les enseña a percibirlo desde la perspectiva visual. La mayoría deja de comer inmediatamente cuando logran “verse” comiendo.
Hoy mismo Yahoo nos trae la noticia de cierto descubrimiento que asegura que la grasa de determinados alimentos como los lácteos (leche, helados, quesos…) y las carnes va directa al cerebro provocando una reacción de inhibición de las hormonas leptina e insulina que son las encargadas de avisarnos cuando ya hemos comido suficiente y no necesitamos mas. Así nuestro cuerpo queda libre de este tope natural y seguimos engullendo todo tipo de cosas ricas que encontramos. (Aquí tienen el link si quieren leer toda la noticia).
Sin embargo, hay algunas personas – aunque conozco muy pocas – que saben detenerse cuando han comido lo necesario, y no hablo de yoguis o de quienes siguen una dieta. Son personas que han aprendido a escuchar su cuerpo. Para mí, joven y cubana, es un misterio cómo lo han conseguido.
El cubano en el extranjero tiene fama de comer mucho y no es una fama mal ganada. Parte de la culpa la tiene el encuentro quizás por primera vez en su vida con apetitosos manjares de los que damos buena cuenta, y otra parte de la culpa cae en la forma en que comemos allá. En Cuba, por lo general, cada cual no lleva a su plato lo que quiere comer, sino que solemos servir la comida toda junta directamente en los platos de cada comensal y comemos todo lo que nos han servido (“Dejar comida es de mala educación”- me dijo siempre mi madre) y hasta repetimos si está sabroso.
Pues estas personas que les cuento capaces de escuchar su cuerpo –aunque son tan cubanos como yo-, se sientan a comer siempre con buen apetito y en un momento determinado, sin importar si tienen aun medio plato de comida delante, se detienen y dicen que ya están satisfechos. Yo nunca he sido capaz de hacerlo.
He ahí un reto: aprender a escuchar nuestro cuerpo.

Comentarios

  1. En alguna epoca de mi vida comia más bien por estress que por necesidad de alimentarme, pero desde hace algunos años he aprendido a comer moderadamente sobre todo lo hago despacio, al comer de ese modo en verdad disfruto la comida y capto cuando ya estoy satisfecha; como tú mencionas en ocasiones no voy ni a la mitad del plato pero si ya me siento bien, hasta ahí la dejo y todo bien......

    Saludos

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  2. Soy una tipo sumamente educado en términos de alimentación

    mido mis carbohidratos, mis grasas, vitaminas y minerales de manera que trato siempre de comer balanceado

    como muchísimo pero cosas que regularmente no engordan, te vas educando y un día no te acuerdas de las maravillas de la pizza... no está bien exagerar por lo cual me doy una escapada una vez a la semana comiendo algo que realmente me guste hasta hartarme... pero no estoy acostumbrado y luego me siento mal

    como hago mucho ejercicio me da mucha hambre y pues bueno

    a esto, auméntale que tengo un problema de aprovechamiento de grasas y las tengo que comer por prescripción médica (te lo juro)... me metabolistmos es rapidísimo y creo que es mi culpa pro una vida entera de trabajo cardiovascular, no sé

    tampoco entiendo como alguien se puede dejar engordar, ni mucho ni poco... pero sí entiendo el gusto por la comida

    ... bueno Pelusa, ya me dio hambre... vamos por unas tapas y una cañita, no?, se me antojó una tostada con gambas y aceite de oliva!.

    Besos.

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  3. Desde mi infancia,adolescencia y parte de mi vida adulta,me la pasé con dietas, tanto que me cansaron.

    Ya no como, he dejado de lado la hora de la comida, antes era costumbre sentarme a comer con mi familia, hoy solo como los domingos cuando ellos están.

    Así que no me preocupo por engordar ó no.

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  4. ¡Ah! y nunca ceno, no tengo costumbre desde hace mucho tiempo, tengo malos hábitos, así que en realidad solo desayuno y medio mastico algo en el día, no más.


    Saludos Pelusa.

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  5. La ultima vez que escuche a mi cuerpo hizo unos sonidos muuuy raros... y sabe alá si eso de "dejar restos en el plato es de mala educacion" sea exclusivo de los cubanos pero pos aca lo vemos mas o menos igual


    hay gente que llega a pesar hasta 200 kg. el cuerpo humano es increible, sin duda =O

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  6. Pelusita

    La comida, el placer de comer y disfrutarlo, es algo complicado y contradictorio.

    Una vez alguien me dijo: es sumamente vergonzoso para la humanidad, que mientras en Occidente (Europa y Estados Unidos, principalmente), la gente se mide en lo que come... con fines más de estética que de salud, en gran parte del mundo la gente no mide lo que come, porque no tiene nada qué medir.

    Por otra parte, hay quienes comen sin medida, buscando llenar vacíos que nada tienen que ver con los estomacales.

    Besos

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  7. Ay Pelusita! Yo sé que muchos obesos mórbidos comen para acallar la svoces de su cuerpo, a veces el cuerpo les grita que deben castigarse, y en una enredada forma de autoagresión y de rebeldía contra lo establecido, se atragantan a sabiendas del daño posterior y sus consecuencias. Disculpame queridísima amiga, pero me parece un poco "facilista", pensar que la gente "se deja engordar" casi siempre detrás de un cuerpo deformado, hay historias de abuso, de baja autoestima, y psiques muy atormentadas, cuyos cuerpos solo escupen maldiciones y reproches. Te propongo algo más complejo para empatar nuestros criterios: Sanemos los espíritus para que los cuerpos hablen de sus deseos de salud.
    No te vayas a enojar amiguita... es que soy más franca que fea... jejejeje. Un beso.

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  8. Es que todos los excesos son malos. Este tema es interesante, pues espíritu y cuerpo -y mente- seremos nosotros hasta el último día de esta vida, y no le veo sentido a sentirnos mal por ninguno de esos lados.
    La obesidad es una enfermedad, la malnutrición también, la anorexia lo mismo... etc. Hay quien pasa hambre o está malnutrido, porque desgraciadamente el mundo está loco de atar. Pero cuando uno puede elegir, la cosa cambia. Entonces primero hay que ser consciente del problema y sus causas, luego ver si de verdad queremos resolverlo o cambiar nuestro estilo de vida o actitudes, tal vez no queramos en realidad, sino que estamos presionados por factores externos, como lo que dicen los demás. Entonces, para recuperarnos, me parece fundamental usar el sentido común, y no caer en excesos contrarios al exceso previo. Se vale pedir ayuda especializada, en caso necesario, pero sobre todo: se vale ser feliz en medio de los procesos y los cambios! Nada de dietas flagelantes y torturantes!
    Yo me siento mal cuando como demasiado, ya lo he comprobado. También cuando engordo. Y la vida, cansados y con el peso del exceso de peso a cuestas, me parece menos agradable.
    Morinakemi: qué risa lo de los ruidos raros del cuerpo, jeje.
    Besitos a todos, y a quererse mucho uno mismo en cuerpo y espíritu! Gorditos y flaquitos sean bendecidos con buena salud! Que un día el mundo esté mejor repartido.
    Chao que he hablado en exceso, jeje!
    Silvita, comiedo masa de coco fresca y pargos de plata en su islita imaginaria.

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  9. Pelusilla: creo que este talón de Aquiles tiene muchos ecos en todos o casi todos. Yo le tengo un aprecio inmenso a la comida y desde pequeña, odio tirarla (herencias de la guerra). Comer es para mí un placer inmenso aunque desde hace buen tiempo ya no soy de grandes cantidades sino de buen paladar, jeje. Como apunta Mara, la forma de comer tiene que ver con nuestro estado interno y yo le anexaría, que también la cultura está metida en ello. Creo que el tema da para muchísimo pero de momento digamos: barriga satisfecha, corazón contento... ¡bon apetit!

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  10. Claudette:

    Vas un paso delante de mi. Yo he logrado comer menos pero no menos rapido, y paro cuando termino el plato, como me enseño mi mama –el secreto esta en que me sirvo poco, jeje. Aun no escucho la voz de “satisfecho”. Ya llegara.
    Saludos!
    _____
    Mau:

    Es lo que yo digo, eres el hombre mas organizado que he conocido!
    Pizzas?? Hace siglos que no me como una. La ultima que recuerdo la comi en Cuba hace unos 5 años. Yo no tengo la suficiente voluntad como para llevar un regimen tan sano como el tuyo, pero mi esposo por suerte si. Como cocino para dos, pues no cocino lo que no le gusta o no le sienta bien o considera no del todo sano (como las pizzas), y eso me ha ido enseñando a mejorar mi propia alimentación. También mi cuerpo, de alguna forma, me ha hecho saber que no tolera el queso ni el yogurt, muy poco el arroz (a pesar de ser basico en la comida cubana) y casi nada las harinas no integrales. Pero me ha costado años entenderlo.
    Yo también hago mucho ejercicio, y lamentablemente también me da mucha hambre. Se lo que es comer después una sesion de 3 horas y media de aplicar tecnicas y romper caidas… Te comprendo!
    Y por tu metabolismo matarian todas las anorexicas y las que no lo son! Te lo aseguro!
    Ok, te invito a la tostada, pero a mi me pides un tlacoyo de esos de maiz azul relleno de requesón y con cebollita y chile, por fa… Ah! Y la cañita, claro…
    Besos!
    ______
    Malque:

    Yo también odio las dietas, pero con lo demas que me cuentas no te envidio. Yo me inclino mas a bien-educarme en la alimentación como lo ha hecho Mau. Yo si desayuno, como y ceno, y trato de hacer al menos una o dos meriendas en el dia. Pero como poquito en cada comida para no engordar.
    La hora de las comidas para mi es sagrada. Trato de tenerlo todo listo para no tener que levantarme de la mesa una vez que me haya sentado. En mi casa me decian que bajo la mesa de la comida estaba papa Dios y que no se podia uno estar levantando ni hablar de cosas desagradables, ni dar golpes en la mesa para que no se molestara. Con el tiempo descubri que no habia nadie bajo el mantel, pero he tratado de mantener ese ambiente de tranquilidad y armonia en cada comida.
    Besitos!
    _____
    Morinakemi:

    Muy simpatico tu comentario.
    A tu edad, el cuerpo tiene tanta energia que seria un milagro si lograras escucharlo. Pero creo que es muy bueno que este texto te haya servido para enterarte de que el cuerpo tiene voces, y que lanza llamadas de alerta cuando algo no va bien. Solo hay que aprender a escucharlo. Date tiempo.
    Un abrazo!

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  11. Marichuy:

    Tienes razon, tu y ese alguien a quien citas. Es realmente vergonzoso ver cuanta comida se tira a la basura en unos paises mientras en otros no tienen nada que comer.
    Tu solo comentario invalida todo mi post.
    Gracias!
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    Marita:

    No me enojo por que me digas la verdad. Y estoy muy de acuerdo con ella.
    No veo contradicción entre lo que decimos. Dije en mi post que habia muchas otras razones para llegar a la obesidad que ni siquiera me imaginaba, y lo cierto es que trabajando en Mex con A. conoci a muchos pacientes obesos con miles de problemas mucho mas complejos que los que aquí planteo.
    Sin embargo, el ejemplo que pongo de PNL es completamente real. Hay muchisima gente que come por el simple gusto de hacerlo y que pueden superarlo. También las explicaciones “facilistas” se aplican porque no todo el mundo es asi de complicado. Hay de todo, Marita. Este post es solo un intento de abordar el tema desde mi punto de vista que no es para nada infalible.
    Por eso es de agradecer que exista esta opcion de los comentarios, para que entre todos rellenemos los huecos de la idea original.
    Besos!
    _____
    Silvita:

    Has tocado un punto nodal: la felicidad. Si comer les hace felices, o les ayuda a llenar los vacios del espiritu –como dice Marichuy-, entonces: Bienvenida sea la comida!
    Es importante tomar conciencia de todo lo que hacemos, ya sea engordar o bajar de peso, o cualquier otra cosa. De eso se trata.
    Besos!
    _____
    Palomita:

    Me recordaste a un chino que conozco desde que naci. El vivio alguna guerra en su pais antes de emigrar, y en su casa no se botaba absolutamente nada. Imaginate que guardaba el arroz cocido durante varios dias, y lo comia incluso cuando tenia ya hongos… Se justificaba diciendo que, cuando la guerra, no tenia mas que cascara de arroz para comer.
    Estoy de acuerdo con Mara y contigo en que tiene que ver con el estado interno, por supuesto, y el tema cultural trate de abordarlo muy someramente al final del post.
    Para mi también comer es un placer. Mi mama siempre me dijo que yo tengo alma de gorda, porque disfruto enormemente cualquier comida…
    Besitos!

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