Ocupados...

Llevo un tiempito sin escribir pero hemos estado un poco ocupados. Entre el estudio y el estudio, no nos queda tiempo para mucho. De todas formas, aqui les comento un poco de las actividades que hemos realizado.
Lo primero que les cuento es que me fui a una clase de kimono que vinieron a ofrecernos unas maestras del arte del vestido... Fue espectacular, pero ya escribi sobre esto bastante, asi que les copio aqui el link para que puedan leerlo con calma. Alli tambien hay algunas fotos.
http://habanamushinjukuonline.blogspot.com/2007/09/soudou-o-el-camino-del-vestido.html
El pasado 27 de septiembre fue el fin del curso de japones que impartia aqui, en Ninomiya House, la profesora Kume. Tuvimos que prepararnos muy bien porque en lugar de un examen (que hubiera sido lo mas deseable) tuvimos un speech... Y eso le pone los nervios a flor de piel a cualquiera!!! Fue muy emocionante la despedida porque la profesora Kume es muy muy buena persona y habiamos hecho muy buenas migas con ella. Fuimos en grupo a hablar con el personal de la administracion del edificio para pedirles que dejaran que Kume sensei nos impartiera el proximo curso... pero nada, ya tenian todo planificado con otra profesora. Es una verdadera lastima.


Luego, estuvimos en Tokyo en la entrega del premio anual de la Fundacion Japon que tuvo lugar en el lujosisimo hotel Okura, y en una sala de estilo Heian toda decorada en papel de oro... Este año, el premio se lo dieron a un profesor de Australia, muy interesante y simpatico, que tuvo la osadia de traducir Genji Monogatari integramente. Esta no solo es la primera novela escrita en el mundo, sino que esta considerada como el texto más dificil de leer, interpretar y, por supuesto, traducir... El profesor termino agradeciendole a su esposa por el apoyo brindado, a la Fundacion por otorgarle el premio (del que se entero un dia por internet), y a la propia Murasaki Shikibu por haber tenido a bien escribir la historia de Genji, sin lo cual a el nunca le hubieran dado este premio... (Aqui si que era una ceremonia tan oficial que no pude tomar fotos.)


El sábado 6 de octubre fue la competencia nacional de fuegos artificiales en Tsuchiura, una ciudad que esta en la propia prefectura Ibaraki (igual que Tuskuba), y, por suerte, la competencia, aunque lejos, se veia desde nuestro balcon. Aqui les comparto mis mejores fotos -aunque confieso que tome unas quinientas...

El domingo pasado, en la mañana, nos fuimos a Tokyo nuevamente -estos viajes a Tokyo siempre terminan agotandome- a ver una exposicion que monto la profesora Owaki y nuestro buen amigo Masahiro.



Estuvimos un buen rato con ellos en el sitio de la exposicion y luego nos fuimos a comer con Masahiro a una zona vieja de la ciudad, llamada Mita, donde aun quedan casas de antes de la guerra, las calles son estrechitas y no circulan autos por ellas, las casas son pequeñas, de madera y casi todas tienen macetitas con plantas al frente... Es un sitio encantador.

Y luego, el propio domingo en la noche nos fuimos a Kyoto. Resulta que, aunque demora como siete horas en llegar a Kyoto, escogimos viajar en autobus por que cuesta la mitad que lo que cuesta un viaje en Shinkansen. Y no nos arrepentimos. El autobus -de dos pisos- esta preparado para viajar de noche, y los asientos se reclinan casi como camas, tienen dos apoyos para los pies y las piernas, cortinas gruesas para que el resplandor del exterior no moleste (aqui amanece antes de las 5 am), cobertor, al mohada y zapatillas, baño y hasta una esquina con self-service provista con cafe, te negro y te verde. Es casi como viajar en avion, con la unica diferencia de que aqui si sientes los baches de la carretera y algun que otro sonido de otros transportes.
Llegamos a Kyoto el lunes en la mañana. Ese dia, en la mañana, estuvimos de paseo con el profesor Kirita (antiguo tutor de Gus) que nos llevo a subir la montaña Hiei, desde la que se dice que bajo el budismo a Kyoto. En ella estuvieron practicando los mas grandes exponentes del budismo japones, incluso desde antes de que se fundara la antigua capital. El dia de nuestra visita estaba lloviendo con esa lluvia fina y constante del otoño, y en la montaña la niebla era tan espesa que casi se podia atrapar con los dedos. No lograbamos ver nada que estuviera a mas de cinco metros de nosotros... Pero yo creo que esa misma extraña circunstancia le imprimio un toque magico a nuestra visita.



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