Noche Magica en Ninomiya House.

Ayer vivimos una experiencia fascinante que nos obligo, incluso, a incumplir por primera vez el reglamento de Ninomiya House.
Estabamos en el Gimnasio del edificio, aprovechando para hacer algo de ejercicios antes de la hora del cierre, y de pronto llegaron un monton de chinos. Literalmente, invadieron el gimnasio (que en realidad no es muy grande). Nosotros nos hicimos a un ladito y seguimos haciendo lo nuestro, miestras aprovechabamos para entender alguna palabrita en sus conversaciones y practicar un poco del idioma....
Ellos fueron los que iniciaron la comunicacion preguntandonos de donde eramos, que haciamos por aca... Era muy divertido, porque nosotros tratabamos de soltarles las pocas palabras que conocemos del chino, y ellos hacian lo mismo con nosotros en ingles...
Hubo un momento, cuando yo termine mi tiempo en la caminadora y comenzo Gustavo, que una de ellos, una señora mayor muy muy amable se acerco y me pregunto si nosotros practicabamos algo de taichi. Le dije que si, que algo conociamos, y ella me dijo entonces que era maestra de taichi...
"Como?! Que suerte!! Podriamos practicar con usted a partir de mañana????"- fue mi reaccion, por supuesto. Pero lamentablemente ayer era la ultima noche de ellos en el edificio, porque ya hoy en la mañana salian para Pekin... "Que pena!"- me lamente. "Pero, si ustedes gustan - nos dijo la señora- hoy podemos practicar un poco".
Y en cuestion de segundos el ambiente cambio por completo, no solo la orientacion de nuestra practica (que habia sido hasta entonces solo de tonificar el cuerpo), sino que todos los otros chinos que venian con la señora inmediatamente hicieron silencio y aquel gimnasio lleno de equipos magicamente se transformo en un verde prado en plena China donde soplaba una suave brisa que marcaba el ritmo y la direccion de los movimientos de aquella mujer y sus dos improvisados discipulos...
La hora del cierre ya habia pasado hace mucho cuando la brisa dejo de soplar y nos hizo retornar al gimnasio. Entre apuros y risas para salir del lugar sin que nos llamaran la atencion, conversamos un poco con la señora y su esposo, que resultaron ser dos profesores de fisica de una universidad de Beijin. Al salir nos encontramos con el guardia del edificio a quien Gustavo trato de darle alguna breve disculpa, pero el guardia nos dedico una sonrisa comprensiva y entro, sin mas, a apagar las luces.

Comentarios

  1. Hola Elenita. Nos han encantado tus comentarios porque nos parece que estamos junto a uds. Seguiremos en contacto.
    Los queremos y extrañamos muchíííííísimo!!!!
    Cuidense mucho y reciban muchos besos y abrazos.

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